por Susana Pampín
De cómo operan “El azar y la necesidad”.
Cinco actrices y cuatro actores confluyeron en el grupo de entrenamiento del año 2006. La propuesta de ese año fue usar ese espacio –otrora de formación- para la producción.
Propuse poner en juego lo propio y lo aprendido.
En principio, confeccionar una lista con diez tópicos personales. Diez “títulos” de situaciones, sensaciones, objetos, lugares, que formaran parte de su historia, que hubieran dejado su impronta, su impresión en la memoria. Destilar unas “secuencias de proteínas”, por así decir, de su ADN vivencial.
Después alejamos el material: anotamos esos tópicos en muchas tarjetas, usamos como estímulos, ideas motoras de improvisaciones. Así, de “harta de las cajas”, “quedar en la calle”, “el olor del edificio Atlántico en Miramar”, “la mini raqueta de madera”, “la pelada de mi papá cuando nada”, y “le rompí sus discos favoritos en la cara”, entre otras posibilidades, se generaron, al calor de la improvisación, vínculos y conflictos.
Planteamos posibles fixtures y acotamos el tiempo y el espacio.
Armamos redes de relaciones, y llegamos a una especie de panmixia endogámica en donde las acciones de los personajes desatan una reacción en cadena que no tendrá retorno pero los pondrá a todos ellos en un nuevo orden.
Los personajes
En escena hay nueve personajes unidos entre sí por vínculos de parentesco y/o contigüidad. Hay un décimo personaje que no entra en escena pero pesa sobre los demás. El modo en que Alexis, Ruth, Analía, Mauro, Germán, Fernanda, Sebastián, Lourdes y María Luisa viven sus vidas se ve cuestionado por el azar y la necesidad, que los enfrentan a cuestiones pendientes para que las resuelvan o, simplemente, dejen que todo quede como está.
Sinopsis
Un muchacho confundido que no sabe qué hacer con su vida, tiene una madre sobreprotectora que no puede olvidarse de su ex marido, un funcionario que se mete en un negocio turbio con un ex cuñado. Este funcionario convive con su nueva pareja, una escritora frustrada, que está en problemas con su joven hijastro y tiene un hermano profesor de tenis que tiene una aventura con la madre del muchacho y también con el hermano de la madre. Este hermano está peleado con la otra hermana, una “líder de equipo” de una empresa de venta directa que seduce a la empleada de limpieza con promesas de una vida mejor. La vecina, testigo de todo esto, no entiende a ninguno de ellos.
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