¿Y qué es "Mirar el Mar"?

Espacios públicos y privados; íntimos y sociales sirven de escenario a situaciones en apariencia aisladas, pero unidas por personajes marcados por la frustración y las decisiones mal tomadas. "Mirar el Mar" pone el ojo en cómo operan el azar y la necesidad, y sobre cómo las “no resoluciones” afectan al universo. La obra de teatro de Susana Pampín construye infinidad de microclimas y microespacios en los que se sitúan estos personajes, que intentan "vivir sus vidas" como deben, o más bien como pueden.

¡NO HAY MÁS FUNCIONES! ¡GRACIAS A TODOS POR VENIR A MIRAR EL MAR!


Tréiler

Momentos mirarelmarenses





Momentos mirarelmarenses





Momentos mirarelmarenses





Que hablen los que saben

Consejos para escritores

Anton Chejov

- Uno no termina con la nariz rota por escribir mal; al contrario, escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos ningún lugar al que ir.

- Cuando escribo no tengo la impresión de que mis historias sean tristes. En cualquier caso, cuando trabajo estoy siempre de buen humor. Cuanto más alegre es mi vida, más sombríos son los relatos que escribo.

- Dios mío, no permitas que juzgue o hable de lo que no conozco y no comprendo.

- No pulir, no limar demasiado. Hay que ser desmañado y audaz. La brevedad es hermana del talento.

- Lo he visto todo. No obstante, ahora no se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto.

- Es extraño: ahora tengo la manía de la brevedad: nada de lo que leo, mío o ajeno, me parece lo bastante breve.

- Cuando escribo, confío plenamente en que el lector añadirá por su cuenta los elementos subjetivos que faltan al cuento.

- Es más fácil escribir de Sócrates que de una señorita o de una cocinera.

- Guarde el relato en un baúl un año entero y, después de ese tiempo, vuelva a leerlo. Entonces lo verá todo más claro. Escriba una novela. Escríbala durante un año entero. Después acórtela medio año y después publíquela. Un escritor, más que escribir, debe bordar sobre el papel; que el trabajo sea minucioso, elaborado.

- Te aconsejo: 1) ninguna monserga de carácter político, social, económico; 2) objetividad absoluta; 3) veracidad en la pintura de los personajes y de las cosas; 4) máxima concisión; 5) audacia y originalidad: rechaza todo lo convencional; 6) espontaneidad.

- Es difícil unir las ganas de vivir con las de escribir. No dejes correr tu pluma cuando tu cabeza está cansada.

- Nunca se debe mentir. El arte tiene esta grandeza particular: no tolera la mentira. Se puede mentir en el amor, en la política, en la medicina, se puede engañar a la gente e incluso a Dios, pero en el arte no se puede mentir.

- Nada es más fácil que describir autoridades antipáticas. Al lector le gusta, pero sólo al más insoportable, al más mediocre de los lectores.

- Dios te guarde de los lugares comunes. Lo mejor de todo es no describir el estado de ánimo de los personajes. Hay que tratar de que se desprenda de sus propias acciones. No publiques hasta estar seguro de que tus personajes están vivos y de que no pecas contra la realidad.

- Escribir para los críticos tiene tanto sentido como darle a oler flores a una persona resfriada.

- No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Sólo los charlatanes y los imbéciles creen comprenderlo todo.

- No es la escritura en sí misma lo que me da náusea, sino el entorno literario, del que no es posible escapar y que te acompaña a todas partes, como a la tierra su atmósfera. No creo en nuestra intelligentsia, que es hipócrita, falsa, histérica, maleducada, ociosa; no le creo ni siquiera cuando sufre y se lamenta, ya que sus perseguidores proceden de sus propias entrañas. Creo en los individuos, en unas pocas personas esparcidas por todos los rincones -sean intelectuales o campesinos-; en ellos está la fuerza, aunque sean pocos.

El origen

por Susana Pampín

De cómo operan “El azar y la necesidad”.

Cinco actrices y cuatro actores confluyeron en el grupo de entrenamiento del año 2006. La propuesta de ese año fue usar ese espacio –otrora de formación- para la producción.

Propuse poner en juego lo propio y lo aprendido.

En principio, confeccionar una lista con diez tópicos personales. Diez “títulos” de situaciones, sensaciones, objetos, lugares, que formaran parte de su historia, que hubieran dejado su impronta, su impresión en la memoria. Destilar unas “secuencias de proteínas”, por así decir, de su ADN vivencial.

Después alejamos el material: anotamos esos tópicos en muchas tarjetas, usamos como estímulos, ideas motoras de improvisaciones. Así, de “harta de las cajas”, “quedar en la calle”, “el olor del edificio Atlántico en Miramar”, “la mini raqueta de madera”, “la pelada de mi papá cuando nada”, y “le rompí sus discos favoritos en la cara”, entre otras posibilidades, se generaron, al calor de la improvisación, vínculos y conflictos.

Planteamos posibles fixtures y acotamos el tiempo y el espacio.

Armamos redes de relaciones, y llegamos a una especie de panmixia endogámica en donde las acciones de los personajes desatan una reacción en cadena que no tendrá retorno pero los pondrá a todos ellos en un nuevo orden.

Los personajes

En escena hay nueve personajes unidos entre sí por vínculos de parentesco y/o contigüidad. Hay un décimo personaje que no entra en escena pero pesa sobre los demás. El modo en que Alexis, Ruth, Analía, Mauro, Germán, Fernanda, Sebastián, Lourdes y María Luisa viven sus vidas se ve cuestionado por el azar y la necesidad, que los enfrentan a cuestiones pendientes para que las resuelvan o, simplemente, dejen que todo quede como está.

Sinopsis

Un muchacho confundido que no sabe qué hacer con su vida, tiene una madre sobreprotectora que no puede olvidarse de su ex marido, un funcionario que se mete en un negocio turbio con un ex cuñado. Este funcionario convive con su nueva pareja, una escritora frustrada, que está en problemas con su joven hijastro y tiene un hermano profesor de tenis que tiene una aventura con la madre del muchacho y también con el hermano de la madre. Este hermano está peleado con la otra hermana, una “líder de equipo” de una empresa de venta directa que seduce a la empleada de limpieza con promesas de una vida mejor. La vecina, testigo de todo esto, no entiende a ninguno de ellos.

Mirar el Mar - Trailer

Gacetilla

Una espera de ambulancia. Dos preservativos en el patio. Unas clases de tenis inacabadas. Un geriátrico dibujado. Un taller literario con negros salvajes. Todos esos espacios públicos y privados; íntimos y sociales sirven de escenario a situaciones en apariencia aisladas, pero unidas por personajes marcados por la frustración y las decisiones mal tomadas.

Mirar el Mar pone el ojo en cómo operan el azar y la necesidad, y sobre cómo las "no resoluciones" afectan al universo. La pieza de Susana Pampín logra construir infinidad de microclimas y microespacios en los que se sitúan estos personajes.


Domingos a las 20 hs

Centro Cultural Tadrón: Niceto Vega 4802 (esquina Armenia)

Informes: 4777-7976

Entrada: $20, Estud y Jub $15

Este espectáculo cuenta con el apoyo de Proteatro

Ficha técnica: Elenco: Teresa Cura, Pablo Di Croce, Adriana Julio, Julián Mensch, Sandra Muñoz, Agustín Pruzzo, Valeria Radivo, Andrés Rapoport y Rosana Vezzoni / Iluminación y Fotografía: Ada Frontini / Escenografía, vestuario y sonido: El azar y la necesidad / Colaboración escenográfica: Fabiana Valgiusti / Asistentes de escena: Pamela Orozco y Juan Castro / Asistencia de Dirección: Juan Prada y Rosana Vezzoni / Dramaturgia (sobre trabajo de taller) y Dirección: Susana Pampín // Prensa: Simkin y Franco